Un símbolo de Monterrey
Desde hace más de 150 años, el Casino Monterrey se ha mantenido como uno de los espacios sociales y culturales más emblemáticos de México. Fundado en 1866 como una asociación civil, representó el espíritu de progreso de una ciudad que en pleno siglo XIX comenzaba a destacar como centro industrial y comercial. En ese contexto nació la necesidad de un espacio donde la sociedad pudiera reunirse en torno a tertulias, cenas y celebraciones, lo que llevó a que el 20 de diciembre de 1866, bajo la presidencia de Don Ramón Lafón, se constituyera oficialmente la Sociedad “Casino Monterrey”, un sueño de visionarios regiomontanos que hoy es un ícono de elegancia, tradición y exclusividad.
Arquitectura y estructura
El terreno a un costado de la Catedral fue adquirido en 1874 y, tras varios años de esfuerzo, el Casino Monterrey abrió sus puertas en 1890 bajo la presidencia del gobernador Bernardo Reyes. Con un diseño original inspirado en el estilo francés, el arquitecto Alfred Giles le dio al edificio una atmósfera cosmopolita que recordaba al Palacio de Versalles y al Museo del Louvre.
Un incendio en 1914 destruyó parte del recinto, pero el espíritu regiomontano lo devolvió a la vida. Después de casi una década de reconstrucción, fue reinaugurado el 31 de diciembre de 1922 con un baile de gala que marcó época. Décadas después, el arquitecto Jorge Loisaga lideró una restauración que devolvió al Casino el esplendor de sus años dorados.
Vida social y tradiciones
El Casino Monterrey no solo fue un edificio, fue el epicentro de la vida social regiomontana. Entre candiles de cristal, esculturas helénicas y finos acabados en madera, se llevaron a cabo tertulias, conciertos y bailes memorables. Sus eventos más esperados eran el Baile Blanco y Negro del 20 de noviembre, el del 4 de mayo en la terraza, el 15 de septiembre y el icónico baile de fin de año.
Además, fue escenario de tradiciones únicas: los bailes de debut de los jóvenes aristócratas, las fiestas de disfraces y las reuniones dominicales después de misa, donde la sociedad se encontraba para conversar y disfrutar música en vivo.
Personalidades que han dejado huella
A lo largo de su historia, el Casino Monterrey ha recibido a líderes políticos, miembros de la realeza y figuras del arte y la cultura, cuya presencia es testimonio de la importancia internacional y del prestigio que este recinto ha tenido desde sus orígenes.
Entre las personalidades más destacadas que lo han visitado se encuentran:
Porfirio Díaz
(1830 – 1915)
Francisco I. Madero
(1873 – 1913)
Miguel Alemán Valdés
(1900 – 1983)
Carlos II de Rumania
(1893 – 1953)
Rey Balduino de Belgica
(1930 – 1993)
Duquesa Cayetana de Alba
(1926 – 2014)
Presidente George Bush
(1989 – 1993)
Papa Juan Pablo II
(1920 – 2005)
Arte, cultura y entretenimiento
El Casino Monterrey también ha sido cuna de cultura y espectáculos inolvidables. El pianista Arthur Rubinstein hizo vibrar sus salones, mientras que escritores y pensadores como Emma Godoy, Juan O’Gorman y José Fuentes Mares compartieron sus ideas con la sociedad regiomontana.
En sus escenarios se han presentado artistas internacionales como Tom Jones, Gloria Gaynor, Dionne Warwick, Vicky Carr, Engelbert Humperdinck, y nacionales como Armando Manzanero, Eugenia León, Luis Miguel, Aída Cuevas y Ricardo Arjona. Las nuevas generaciones también han disfrutado de conciertos de OV7, Timbiriche, Paulina Rubio, Magneto, Reik y Juan Magán, entre muchos otros.
Un legado vivo
Hoy, más de un siglo después de su fundación, el Casino Monterrey sigue siendo sinónimo de tradición y exclusividad. Con más de mil socios, muchos de ellos descendientes de las familias fundadoras, el recinto ha logrado mantenerse vigente sin perder la esencia que lo convirtió en leyenda.